Cómo los relojes inteligentes se usan cada vez más para detectar desde problemas cardíacos hasta el mal de Parkinson
Como jefe de anestesiología del Hospital Universitario CHUV, en Lausana, Suiza, Patrick Schoettker es muy consciente de las complicaciones que pueden surgir tras una larga operación bajo anestesia general.
La pérdida rápida de sangre puede provocar un choque en el paciente, lo que provoca caídas repentinas y peligrosas del flujo sanguíneo en el cuerpo.
Pero los pacientes también pueden desarrollar graves problemas pulmonares después de muchas horas de sedación profunda, una complicación que representa una cuarta parte de todas las muertes en los primeros seis días posteriores a la cirugía.
Estas tragedias a veces ocurren debido a debilidades subyacentes en la fisiología del paciente que no se habían detectado.
Pero ¿qué pasaría si los hospitales tuvieran una forma rápida y de bajo costo de detectarlas antes de procedimientos importantes?
Schoettker y sus colegas están llevando a cabo un ensayo que implica colocar a los pacientes un reloj inteligente conocido como Masimo W1 varias semanas antes de su consulta preoperatoria.
Los datos que recopila se utilizan luego para formar una evaluación de su estado de salud.
El W1 proporciona lecturas continuas de la frecuencia cardíaca y respiratoria, el oxígeno en sangre e incluso los niveles de hidratación, todo con una precisión de grado médico.
Schoettker describe esa información recopilada como algo similar a un «gemelo digital» y cree que podría ayudar a salvar vidas.
«Planeamos utilizar estos datos adquiridos antes de la operación para predecir posibles complicaciones pre o posoperatorias y actuar sobre ellas de manera preventiva», dice Schoettker.
Este es solo un ejemplo de cómo el auge del mercado de los relojes inteligentes (algunos analistas han pronosticado que se venderán más de 400 millones de dispositivos en todo el mundo para 2027) está abriendo una nueva era de salud preventiva.
Masimo, Apple, Samsung, Withings, FitBit y Polar han desarrollado relojes capaces de registrar una cantidad extraordinaria de datos, lo que permite realizar un seguimiento en tiempo real de mediciones como la calidad del sueño, la presión arterial, la variación del ritmo cardíaco y los niveles de saturación de oxígeno en sangre (un marcador de qué tan bien están funcionando el corazón y los pulmones).
Fuente: BBC MUNDO