Gobierno anuncia nueva fase en la guerra contra el narcoterrorismo

El Gobierno Nacional anunció, este miércoles 10 de septiembre de 2025, la nueva fase de la guerra contra el narcoterrorismo.
En ella, se concentrarán esfuerzos en las provincias más críticas: Guayas, Los Ríos, Manabí, El Oro, Carchi, Sucumbíos, Orellana, Zamora y Morona Santiago.
De acuerdo al comunicado, allí se multiplicará el número de operaciones para neutralizar y destruir objetivos de alto valor, atacar blancos determinados y reforzar los controles de armas y explosivos en puntos críticos del país.
Para delinear las directrices el alto mando militar, integrado por el General de Ejército Henry Delgado Salvador (jefe del Comando Conjunto), el General de Ejército Iván Vásconez Hurtado (Fuerza Terrestre), el Almirante Ricardo Unda Serrano (Fuerza Naval) y el General del Aire Mauricio Salazar Machuca (Fuerza Aérea) se reunió en Quito por disposición del ministro Gian Carlo Loffredo.
Tras el reciente cambio de cúpula, se abre un ciclo de conducción «que va más allá de la operatividad, con una transformación en la planificación y focalización de las acciones militares, articuladas en tres ejes: control territorial y ofensiva directa; fortalecimiento de la inteligencia y operaciones especiales; y neutralización y eliminación de objetivos», agrega el texto.
El jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, General de Ejército Henry Delgado Salvador, fue contundente al recordar la misión encomendada: «Esta nueva fase exige medidas de cumplimiento inmediato y resultados efectivos, porque la meta es una sola: devolver bienestar, seguridad y paz al pueblo ecuatoriano. La consigna frente a las amenazas es clara: la cárcel o el infierno».
La ofensiva incluye la eliminación de cabecillas, la destrucción de maquinaria, combustibles e infraestructura usada en la minería ilegal, así como la neutralización de vehículos, bodegas y material vinculados al robo y contrabando de combustibles. Cada acción se apoyará en un mapeo constante de patrullajes y en el incremento de la inteligencia militar, como punto clave en esta nueva fase de la guerra.
La estrategia incorpora una atención prioritaria al control de los centros penitenciarios bajo responsabilidad de las Fuerzas Armadas. A esto se suma una política de cero tolerancia a la corrupción, con depuración institucional y mano dura internamente. Todo este plan estará sujeto a un seguimiento permanente con indicadores claros, desde el Comando Conjunto, donde se evaluará cada acción, operación y estrategia para ajustar en tiempo real las tácticas según evolucione el escenario
Fuente: El Tele’grafo