La inseguridad y los baches entran en el top 3 de preocupaciones en Quito, según una encuesta

La encuesta “Quito Cómo Vamos 2025” revela que la inseguridad continúa como el principal problema (83%) de los quiteños. Sin embargo, por primera vez, el mal estado de las calles aparece entre las tres mayores preocupaciones de los hogares capitalinos.
El miércoles 10 de diciembre se presentaron los resultados de la encuesta “Quito Cómo Vamos 2025”, uno de los estudios más completos y consistentes sobre percepción ciudadana en la capital.
Este informe anual, que mide satisfacción, convivencia, confianza institucional y problemas prioritarios, revela una ciudad que combina avances puntuales con tensiones crecientes en seguridad, empleo, movilidad y tejido social.
Satisfacción: Quito mantiene buena valoración, con diferencias por estratos
El 82% de los encuestados afirma estar satisfecho con Quito como lugar para vivir, un aumento de dos puntos respecto a 2024 (80%). Los hombres expresan una satisfacción ligeramente mayor (84%) que las mujeres (80%).
La diferencia más marcada se observa por nivel socioeconómico: los estratos altos y medio altos presentan los niveles más elevados de satisfacción (53%), mientras que los grupos bajos registran porcentajes significativamente menores (38%). Aun así, la valoración general se mantiene en un rango considerado alto para ciudades latinoamericanas.
Orgullo por la ciudad: un indicador sólido y arraigado
El orgullo por Quito se mantiene estable y elevado. El 82% manifiesta sentirse orgulloso de la ciudad, una cifra que incluso supera los niveles de satisfacción en varios segmentos. Se destaca que en los estratos socioeconómicos altos el orgullo está en 53% y en los bajos este indicador es de 38%.
¿La ciudad mejora? Crece la percepción de buen rumbo
Una de las variaciones más notorias del estudio es la percepción del rumbo de la ciudad. En 2025, el 51% considera que las cosas van por buen camino, un salto notable respecto al 33% registrado el año anterior.
Sin embargo, esta mejora no es homogénea: los hombres son más optimistas (56%) que las mujeres (45%) y los estratos altos expresan un mayor nivel de confianza frente al futuro de la ciudad. En los niveles medio bajo y bajo, la opinión se divide casi equitativamente entre quienes creen que la ciudad avanza y quienes perciben retrocesos.
Problemas que afectan la vida: inseguridad, empleo y, ahora, los baches
La encuesta confirma que la inseguridad sigue siendo el mayor problema para la ciudadanía. El 83% de los consultados señala a la delincuencia como su principal preocupación, lo que representa un incremento respecto al 76% del año anterior. La falta de trabajo ocupa el segundo lugar con el 39%.
El dato más disruptivo del año es el tercero: por primera vez, el mal estado de calles y vías aparece como una de las principales preocupaciones de los quiteños, con un 16%. En años previos, ese lugar lo ocupaba la economía del hogar.
Las diferencias por género también son relevantes. Las mujeres muestran mayor preocupación por la inseguridad (86%) y por la falta de empleo (44%), mientras que los hombres reportan niveles ligeramente menores. Por nivel socioeconómico, la inseguridad alcanza su máximo en el estrato medio bajo, donde llega al 86%.
Relaciones sociales: cae la apertura a la diversidad
En 2025, solo el 42% de los encuestados considera probable relacionarse con personas de diferente condición económica, étnica o generacional. Este indicador cae 12 puntos frente al 54% registrado en 2024. Los niveles socioeconómicos medio bajo y bajo muestran la mayor resistencia a relacionarse con personas diferentes, mientras que los estratos más altos mantienen porcentajes relativamente superiores de apertura.
Intolerancia creciente: adicciones, migración y diversidad sexual
El estudio también revela niveles altos de rechazo hacia ciertos perfiles de vecinos. El 91% de los encuestados prefiere no vivir cerca de personas con adicciones, mientras que el 89% muestra rechazo a convivir con bebedores problemáticos.
En cuanto a la convivencia con extranjeros, el 41% expresa poca tolerancia hacia migrantes, y un 38% reporta rechazo hacia personas de la comunidad LGBTQI. La encuesta también confirma una tendencia generacional: las personas mayores de 46 años muestran niveles más altos de intolerancia tanto hacia migrantes (51%) como hacia la población LGBTQI (51%), frente a quienes tienen entre 26 y 45 años. (EC)
Fuente: La Hora





