Noticias

Desempleo en Ecuador: la mayoría se queda sin dinero a pocas semanas del despido

Muchos ecuatorianos que caen en el desempleo carecen de ahorros suficientes para enfrentar esa crisis y tardan hasta nueve meses en encontrar otro empleo.

En Ecuador, perder el empleo significa caer al vacío sin red. La nueva Encuesta de Capacidades Financieras 2025, elaborada por la Red de Instituciones Financieras de Desarrollo (RFD) y la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), con apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), confirma que la mayoría de los hogares no tiene ahorros suficientes ni siquiera para enfrentar una emergencia básica.

El 15% solo podría sostenerse una semana ante el escenario de perder su empleo; un 9% menos de eso; el 27% sobreviviría apenas un mes; y únicamente un 18% tiene recursos para aguantar entre tres y seis meses sin ingresos.

En un país con inestabilidad económica persistente, este retrato muestra que más de la mitad de las familias camina a diario sobre una cuerda floja. Cualquier enfermedad, retraso en pagos o despido puede empujar a millones hacia deudas impagables o incluso la pobreza.

El problema se agrava cuando se cruza este nivel de vulnerabilidad financiera con la realidad laboral: un ecuatoriano tarda, en promedio, nueve meses en volver a conseguir empleo formal después de perderlo.

Los registros del IESS analizados por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) muestran que solo el 26% logra reinsertarse en los primeros dos meses; un 30% lo hace entre los tres y siete meses. Pero la cifra más crítica llega al final del recorrido: casi uno de cada cuatro permanece desempleado por más de un año, atrapado en una espera que consume ahorros y rompe trayectorias laborales.

Se necesita un seguro de desempleo universal y programas de reinserción laboral

El 82% de los ecuatorianos no está preparado ni siquiera para afrontar ni tres meses de desempleo (menos los nueve meses que en promedio toma conseguir otro trabajo), debido a que sus ahorros solo alcanzan, en el mejor de los casos, para unas pocas semanas.

Por eso, de acuerdo con Carlos Romero, economista y emprendedor, Ecuador, dentro de la reforma laboral que necesita urgentemente, debe buscar vías para establecer un seguro de desempleo universal, que no esté atado solo a los pocos que se afilian en el esquema actual al IESS, además de un programa real y efectivo de reinserción y reciclaje laboral al momento de perder el empleo.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los países que mejor ayudan a sus desempleados coinciden en algo: un seguro de desempleo por sí solo no resuelve nada. La clave es combinar varias medidas:

  • Transferencias económicas temporales.
  • Formación técnica certificada.
  • Intermediación laboral.
  • Incentivos para que las empresas contraten personas que están en el seguro de desempleo.

Una versión ecuatoriana viable podría combinar lo mejor de varios sistemas implementados en otros países:

1 Cobertura universal, no solo para afiliados al IESS. Inspirado en Chile, Ecuador podría tener:

  • Cuentas individuales para quienes pueden aportar.
  • Un fondo solidario que cubra a trabajadores independientes, pequeños comerciantes y personas sin cotizaciones suficientes.

2 Un beneficio temporal que dé estabilidad mientras se busca empleo Como Brasil, los pagos deberían ser mensuales, limitados en tiempo, y ligados a la búsqueda activa de empleo.

3 Un sistema nacional de reinserción laboral. Esto implica crear una red robusta de servicios:

  • Cursos cortos de recalificación.
  • Guías laborales personalizadas.
  • Plataformas de empleo mejoradas.
  • Incentivos a empresas para contratar a beneficiarios del seguro de desempleo.

4 Programas piloto en ciudades grandes y provincias con alta informalidad. Se podría comenzar con Quito, Guayaquil y una provincia con alta población rural, evaluando resultados antes de expandirlo.

5 Financiamiento tripartito y sostenible. Pequeños aportes mensuales de trabajadores, empleadores y Estado, protegidos por ley, harían que el sistema sea más estable y menos vulnerable a ciclos políticos.

En el fondo, lo que debe buscarse es un sistema que simplifique la afiliación al IESS y la haga más accesible para todo tipo de trabajadores, incluyendo un sistema de capitalización o ahorro individual.

“Ahora que se han desmontado los principales subsidios a los combustibles, se debe pensar en redirigir recursos a programas subsidiados de reinserción y reciclaje laboral. Con el fin de que los desempleados encuentren formas de reinventarse incluso en otras actividades formales en lugar de caer tarde o temprano en la informalidad”, apuntó Romero. (JS)

Casi 7 de cada 10 desempleados tienen hasta 34 años

Los jóvenes son quienes más tiempo permanecen desempleados en Ecuador. El 68% de los que se quedan sin empleo en el país, con corte a septiembre de 2025, tiene hasta 34 años. Es decir, que casi 7 de cada 10 desempleados tienen menos de 35 años y con baja capacidad financiera para enfrentar la pérdida de su fuente de ingresos. Esto hace que sean más propensos a caer en la informalidad para conseguir algún tipo de sustento.

El 17% de los desempleados en Ecuador tiene hasta 44 años; un 12% está entre los 45 y 64 años; finalmente, un 2% tiene 65 años o más.

La combinación de ahorros que se evaporan en días y periodos de desempleo que duran meses revela la fragilidad más profunda del país: una economía donde la informalidad llega al 63% de la Población Económicamente Activa (PEA) y donde la mayoría de los trabajadores no tiene margen para soportar shocks.

Por eso, la mayoría de los que se quedan sin empleo pasan de manera cada vez más rápida a la informalidad o al emprendimiento precario porque no tiene colchón financiero, seguro de desempleo, u opciones de reciclaje laboral que le ayuden.

Fuente: La Hora

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba
Cerrar
Cerrar
Hola envíanos tu mensaje