Paro nacional: más de 260 escuelas siguen sin ir a clases presenciales, lo que impacta en el futuro de los niños

El Ministerio de Educación se niega a dar el número de estudiantes que han perdido clases durante el paro nacional. Más de 260 instituciones educativas pasaron a modalidad no presencial.
El 23 de septiembre de 2025, LA HORA consultó al Ministerio de Educación cuántos estudiantes no iban a clases presenciales debido al paro nacional promovido por la Conaie. La cartera de Estado, liderada por Alegría Crespo, se ha negado a dar ese dato, pero sí detalló que de 16.000 instituciones educativas, el 1,65% no asisten presencialmente a clases. Es decir, 264 escuelas y colegios ubicados, principalmente, en Imbabura y Cotopaxi.
En todo el sistema educativo (16.000 instituciones) hay un total de 4,1 millones de estudiantes, en 264 instituciones habría más de 67.000 alumnos que no asisten de manera presencial. Ese número, sin embargo, puede variar ya que no todas las escuelas y colegios tienen el mismo número de estudiantes.
El Ministerio de Educación –aunque evita dar el detalle de cuántos estudiantes no van a las aulas desde que hace ya una semana–, si informa que “la modalidad no presencial no solo implica clases virtuales, sino también fichas pedagógicas, proyectos autónomos y acompañamiento por diversos canales de comunicación”.
María D., es costurera en Otavalo-Imbabura y desde el 22 de septiembre de 2025, cuando arrancó el paro nacional, enfrenta un problema con su ocupación. “Solo me he igualado con trabajos pendientes, pero no me ha salido nada. Y como los sábados vamos a la Plaza de los Ponchos (tradicional feria en Otavalo), pero no se abrió estamos complicados”.
El hijo de María D., tiene 14 años y asiste a la la Unidad Educativa Jacinto Collahuazo, la misma a la que llegó el presidente de la República, Daniel Noboa, el segundo día de paro. Al estar en clases virtuales, pero al no contar con buen internet “mejor me ayuda a ver las gallinas de mi hermano que no todos los días puede pasar de Ibarra a Otavalo. A veces sí pasa, pero mientras nosotros le vemos las gallinas”, relata la madre de familia.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en el censo de 2022 se muestra que un 60,9% de la población tiene internet fijo, pero solo el 38,3% lo tiene en la computadora; la mayoría (87%) tiene internet en el celular.
Esto se complica en familias donde hay dos o más hijos y, en muchos casos, comparten una sola computadora o ingresan a clases en medio de las fallas de conexión. A esto se suma que la Fundación Regional de Asesoría en Derechos Humanos (Inredh) alertó, el 28 de septiembre de 2025, que existe inhibición de señal en cantones de Imbabura como Cotacachi y Otavalo. El Gobierno no se ha pronunciado al respecto.
André Martínez, psicólogo educativo, señala que el no asistir a clases presenciales puede tener un impacto significativo en el desarrollo integral de los niños, especialmente si se prolonga por mucho tiempo.
1. Aprendizaje y rendimiento académico
- Pérdida de aprendizajes clave: Muchos niños no adquieren habilidades básicas (como lectura, escritura o matemáticas) al mismo ritmo que lo harían en un aula.
- Desigualdad educativa: No todos tienen acceso a internet, dispositivos o ayuda en casa, lo que amplía la brecha entre estudiantes.
- Dificultad para concentrarse: El entorno del hogar no siempre es adecuado para estudiar, y hay más distracciones.
2. Desarrollo social y emocional
- Falta de socialización: Al no convivir con otros niños, pueden perder oportunidades para desarrollar habilidades sociales, como la empatía, la cooperación o la resolución de conflictos.
- Aumento de la ansiedad o tristeza: El aislamiento, la incertidumbre y la rutina limitada pueden afectar su bienestar emocional.
- Problemas de comportamiento: Algunos niños muestran irritabilidad, falta de motivación o conductas regresivas.
3. Salud física
- Sedentarismo: Menor actividad física al estar en casa, lo que puede derivar en aumento de peso, problemas de postura, etc.
- Problemas visuales y de sueño: Por el uso excesivo de pantallas (clases virtuales, juegos, videos), pueden aparecer fatiga visual o alteraciones en el sueño.
4. Relación con el entorno familiar
- Mayor carga para padres: Muchos no pueden dedicar tiempo o no tienen recursos para apoyar el aprendizaje de sus hijos.
- Ambientes familiares inestables: En contextos de violencia, pobreza o estrés, el hogar puede no ser un lugar seguro o estimulante.
“La educación presencial no solo es importante por los contenidos académicos, sino por el desarrollo social, emocional y físico de los niños. Aunque la educación virtual puede ser útil como alternativa temporal, no sustituye completamente la experiencia escolar directa”, agrega el psicólogo educativo.
Las clases no presenciales se mantiene en:
- Otavalo (instituciones focalizadas).
- Cotacachi (instituciones focalizadas).
- Cayambe y Tabacundo (instituciones focalizadas)
- Latacunga (casco urbano en instituciones focalizadas).
Fuente: Ministerio de Educación.
Fuente: La Hora





