Xi, Putin y Modi intentan señalar unidad en una cumbre en China

Su exhibición de amistad en China pretendía proyectar una alternativa al liderazgo mundial de Estados Unidos, aun cuando persisten serias diferencias entre ellos.
La escena sucedió en el este de China y estaba destinada, casi con toda seguridad, a un público del otro lado del mundo: los líderes de China, Rusia e India, las tres mayores potencias no alineadas con Occidente, sonreían y se reían como buenos amigos mientras se saludaban en una cumbre celebrada el lunes.
Comienza con el primer ministro de India, Narendra Modi, y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, tomados de la mano al entrar en una sala de reuniones en la que hay otros líderes del mundo. Se dirigen directamente hacia el presidente de China, Xi Jinping, se dan la mano y forman un círculo. Intercambian algunas palabras antes de que los traductores se unan al grupo. Putin esboza una amplia sonrisa y Modi suelta una gran carcajada. En un momento dado, Modi une sus manos a las de los dos líderes.
Los analistas dijeron que la imagen contenía varios mensajes. La bonhomía entre Xi y Putin pretendía transmitir un estrecho vínculo entre ellos como líderes de un orden mundial alternativo que desafía a Estados Unidos. Modi trató de demostrar que India tiene otros amigos importantes —incluida China, independientemente de un conflicto fronterizo sin resolver— si el gobierno de Donald Trump opta por seguir alienando a Nueva Delhi con aranceles.
“La imagen es una parte clave de esta cumbre, y la Casa Blanca debe comprender que sus políticas darán lugar a que otros países busquen alternativas para satisfacer sus intereses”, dijo Manoj Kewalramani, jefe de estudios indopacíficos de la Institución Takshashila de Bangalore, en India.
Esa imagen en la ciudad de Tianjín, donde se reunieron más de 20 líderes procedentes en su mayoría de Asia Central y del Sur Asia, mostró cómo la perturbación geopolítica causada por Trump ha dado a China y Rusia una plataforma para reunir a socios como Irán, Kazajistán, Kirguistán, Bielorrusia y Pakistán.
China quiere aprovechar la impopularidad de las caóticas políticas comerciales de Estados Unidos para abrir una brecha entre Washington y el resto del mundo, argumentando que puede servir como un líder global más estable.
Xi, en su discurso inaugural de la Organización de Cooperación de Shanghái, una agrupación euroasiática de seguridad, lanzó indirectas no tan sutiles a Estados Unidos, al instar a los miembros del grupo a oponerse a una “mentalidad de Guerra Fría, a la confrontación entre bloques y a la intimidación”. Dijo que la organización debe “avanzar con determinación” en medio de la “agitación global”.
Putin pronunció un discurso en el que repitió sus afirmaciones sobre la responsabilidad de Occidente en la guerra de su país en Ucrania. También elogió la reciente cumbre que mantuvo con el presidente Trump en Alaska para tratar el conflicto y dijo que ya había informado detalladamente a Xi sobre esas conversaciones, comentarios que parecían señalar el papel central de China en el cálculo diplomático de Rusia.
Modi, por su parte, habló de “promover el multilateralismo y un orden mundial inclusivo”, es decir, un sistema en el que países como India tuvieran más peso en los asuntos mundiales.
El apretón de manos a tres bandas entre Modi, Putin y Xi no fue sino la sonriente manifestación de una troika que Moscú había dicho recientemente que esperaba revivir. En otra demostración de cercanía, Modi compartió coche con Putin cuando se dirigían juntos a una reunión al margen de la cumbre. Luego, ambos conversaron durante 50 minutos en la limusina de Putin antes de que comenzara la reunión oficial, según los medios estatales rusos.
“Las conversaciones con él son siempre reveladoras”, escribió Modi en su cuenta de las redes sociales, donde compartió una foto del trayecto.
Cuando un periodista de la televisión estatal rusa le preguntó por qué los dos líderes hablaron en el coche, Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, respondió con una sonrisa: “Nuestros propios muros”.
En el pasado, la burocracia india, reacia a los riesgos, se habría esforzado por evitar tales muestras manifiestas de cordialidad con China y Rusia en coyunturas delicadas; su secreto para ampliar los lazos con Washington sin dejar de participar en los foros dirigidos por las otras grandes potencias. Pero el aluvión de aranceles de Trump sobre India, ahora del 50 por ciento tras penalizar a India por comprar petróleo ruso, ha dejado pocos incentivos para que India haga esto.
Esta vez, Modi incluso difundió las imágenes en sus cuentas de redes sociales poco después de que comenzara la reunión, lo que demuestra cuán profunda y repentinamente se había transformado ese acto de malabarismos. Más tarde, Modi se mostró aún más efusivo en la reunión, al decirle a Putin que “1400 millones de indios esperan con emoción” darle la bienvenida en Nueva Delhi en diciembre.
“Es un testimonio de la profundidad y amplitud de nuestra ‘Asociación Estratégica Especial y Privilegiada’ que, incluso en los momentos más difíciles, India y Rusia hayan permanecido hombro con hombro”, dijo Modi a Putin.
Fuente: The New Times en Español