Noticias

Crisis del asfalto en Ecuador: refinería insuficiente, importaciones limitadas y obra pública paralizada

La escasez de asfalto en el año 2025 ha paralizado decenas de obras en Quito y Guayaquil, pero el déficit no es coyuntural: cada año la producción de Petroecuador es insuficiente, la importación cuesta hasta el doble y el Sercop niega permisos.

En Ecuador, el asfalto se ha convertido en un insumo crítico cuya escasez afecta de manera directa la obra pública.

La coyuntura del año 2025 lo demuestra: la Refinería de Esmeraldas, principal productora nacional, atravesó más de dos meses con fallas graves tras un incendio y un sismo, lo que redujo drásticamente el despacho del material. Aunque en agosto se retomó parcialmente la producción —alrededor de 3.600 barriles diarios—, los municipios reciben apenas una fracción de lo que requieren.

En Quito, el alcalde Pabel Muñoz denunció que hasta el 12 de agosto solo llegaron ocho autotanques de los 33 despachados a escala nacional, lo que obligó a paralizar 47 frentes de obra y puso en riesgo $9,6 millones del presupuesto municipal.

En Guayaquil, el alcalde Aquiles Álvarez aseguró que el asfalto llega “a cuentagotas” y que el plan de rehabilitación de calles quedó prácticamente detenido.

El problema no es nuevo. Cada año, entre julio y agosto, la refinería entra en mantenimiento, reduciendo la provisión de asfaltos (AC-20 y RC-250). Pero en 2025 la situación es más grave: el incendio y las reparaciones extendieron los tiempos de parada y dejaron a gobiernos locales, prefecturas y contratistas sin insumo en plena época seca, el único período del año en que se puede asfaltar, según la normativa técnica.

Falta de asfalto: un déficit que se repite cada año

De acuerdo con los registros de Petroecuador, en un año sin mayores problemas operativos, como 2020, la Refinería de Esmeraldas produjo cerca de 1 millón de barriles de asfalto. Esa cifra sirve como medida aproximada de la demanda mínima nacional. Sin embargo, los cálculos técnicos sobre la Red Vial Estatal —que tiene más de 10.000 km— muestran que solo para mantener 6.939 km, en el año 2023, se habrían requerido entre 3,5 y 5,9 millones de toneladas de mezcla asfáltica.

Es decir, lo producido por Petroecuador no alcanza para cubrir las necesidades reales del país.

A ello se suma que la producción es inestable: en 2024, por ejemplo, en los primeros siete meses Petroecuador produjo 591.000 barriles, frente a 762.000 en el mismo período de 2023. El déficit se refleja en calles y carreteras deterioradas.

«La cantidad de asfalto que se necesita cada año depende del Plan de Inversiones a nivel nacional y local; pero es evidente que el país necesita más asfalto que el que se produce. La producción de Petroecuador apenas cubre una fracción de la demanda para tener un mantenimiento óptimo de la red pública de carreteras. El déficit se arrastra todos los años y se traduce en infraestructura deteriorada. Lo que se ha hecho siempre es hacer lo mínimo», puntualizó Carlos Robles, ingeniero con experiencia en obra pública.

Según un reporte que se encuentra en la página web de Petroecuador, entre abril y junio de 2025, se despachó 22,2 kilos de asfalto a nueve comercializadoras autorizadas. Eso equivale a alrededor de 22.203 toneladas de asfalto. Más del 59% fueron despachados a tres comercializadoras: Clyan (24,67%), Expodelta (24,57%) y Corpetrolsa (10,12%).

El impacto de la falta de asfalto también afecta a los contratistas privados que mantienen carreteras bajo concesión. Uno de ellos, Sudinco, tiene a su cargo 500 km de vías, entre ellas 460 km de la Panamericana (Rumichaca–Riobamba) y 40 km en la Costa, entre Naranjal y Tenguel. La empresa utiliza en promedio 11.000 toneladas de asfalto al año para el mantenimiento. En los primeros meses de 2025, sin embargo, apenas logró usar 1.000 toneladas: le faltan 10.000 toneladas para completar lo previsto.

Actualmente, alrededor del 12% de la red vial pública está en óptimas condiciones y al menos el 45% en malas o incluso en peligrosas condiciones para la circulación.

Importar asfalto: una salida más cara

La alternativa inmediata es la importación desde Perú (refinería de Talara, a tres horas de la frontera) y desde Colombia. Ambos países tienen capacidad y calidad de asfalto, pero el precio es mucho mayor.

Mientras la tonelada nacional puesta en Quito cuesta $288, la importada puede llegar a $750. La diferencia de $460 por tonelada implica un sobrecosto del 50% al 70% que ni municipios ni contratistas pueden asumir sin encarecer las obras y contratos.

Por ello, tanto Sudinco como los municipios han pedido que se autorice importar directamente el asfalto, pero con una condición: que el Estado asuma la diferencia entre el precio nacional y el importado, para no encarecer los contratos ni paralizar más obras.

Sin embargo, el Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop) ha negado o demorado esas solicitudes, bajo el argumento de proteger la producción nacional, lo que mantiene la crisis sin salida.

LA HORA pidió información al Sercop sobre el proceso para importar, así como costos y cantidades compradas durante el 2025, pero no se ha recibido respuesta.

“La provisión de asfalto en Ecuador revela un círculo de ineficiencia: una refinería con paradas recurrentes, una producción insuficiente frente a la demanda real, costos externos prohibitivos y una normativa que bloquea las importaciones aún en casos de emergencia”, acotó Robles.

LA HORA también solicitó información a Petroecuador sobre la magnitud de la producción, la demanda nacional y los despachos. Sin embargo, hasta el cierre de esta publicación (25 de agosto de 2025) no se recibió respuesta. (JS)

Fuente: La Hora

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba
Cerrar
Cerrar
Hola envíanos tu mensaje