Municipio de Ambato impulsa centro de acogida para hombres en estado de vulnerabilidad

El Centro Asistencial Municipal ‘Una Nueva Vida con Amor’ acoge temporalmente a hombres que se encuentran con diversos problemas que los coloquen en estado de vulnerabilidad.
En el barrio Emapa de la parroquia Santa Rosa, al sur de Ambato, está ubicado el Centro Asistencial Municipal ‘Una Nueva Vida con Amor’.
Desde fuera, con una gran pintura de un anime japonés parece una casa sencilla. Pero adentro, cada rincón guarda una historia de lucha, compromiso, paciencia, pero sobre todo determinación y esperanza.
En la cocina, el olor a comida recién preparada por los propios residentes, quienes se turnan para preparar
el almuerzo del día, se mezcla con risas tímidas y charlas pausadas que les ayudan a encontrar un nuevo horizonte.
Actividades
En el taller, manos talentosas doblan papeles de colores para crear origamis de todas las formas y todos los colores.
En otra sala, el sonido de la sierra y la madera resuena en el taller de carpintería, donde otros dan forma a nuevas creaciones.
Afuera, uno de los internos contempla en silencio los huertos urbanos y otros solo sentados están escuchando música en sus parlantes, todos con la misma idea, ser capaces de hacer las paces con su mundo y hallar mejores días.
En este centro, un espacio de acogida y reconstrucción para hombres entre 18 y 64 años en situación de riesgo, la música nunca falta.
Desde su creación, este centro ha brindado una alternativa para quienes atraviesan momentos difíciles, ofreciendo las herramientas necesarias para iniciar una vida digna y autónoma.
En la actualidad, ocho hombres viven en este espacio, donde reciben atención integral y acompañamiento profesional en diversas áreas. El servicio está dirigido a personas que voluntariamente deciden dar un paso hacia la recuperación personal y social.
Se excluyen del ingreso casos de personas con enfermedades psiquiátricas graves, discapacidades o sin condición de riesgo social.
Apoyo
Dentro de los servicios que ofrece está la acogida temporal, alimentación completa, atención especializada en salud mental, trabajo social, terapia física, acompañamiento médico y actividades lúdicas.
Además, se trabaja con cada residente en procesos de reinserción familiar, fortaleciendo los lazos afectivos y personales como parte fundamental de la rehabilitación.
Algo que hace diferente a este espacio, es el desarrollo de actividades que estimulan la creatividad y el bienestar emocional. Los residentes participan en talleres de pintura sobre lienzo, origami, calado en alto relieve, carpintería, productos que son comercializados en las ferias de emprendimiento municipales.
Adicional a ello disponen de un espacio natural para conectarse con la tierra a través de sus huertos donde siembran habas, aguacate, toronjil, choclo, manzanilla y
más, fomentando la responsabilidad, paciencia y cuidado. (DLH)
Fuente: La Hora





