Dos tomos, 780 páginas y millones de ejemplares: el libro que Hitler dictó en la cárcel y anticipó el horror del Holocausto

Prohibido en algunos países, reeditado con polémica en otros, “Mi lucha” es la monstruosidad que Adolf Hitler creó en 1925, hace cien años, mientras en la prisión de Landsberg purgaba una condena por impulsar un golpe de Estado. Allí se convenció de que era el elegido para liderar Alemania, la figura providencial para salvar al país del caos
Fue el verdadero huevo de la serpiente. Una biblia del horror, no porque sus páginas hablaran de religión, sino porque sirvieron para endiosar a Adolf Hitler, y porque una década después de publicadas se convirtieron en un elemento vital de la propaganda nazi que contribuyó a elevar a Hitler a la categoría de caudillo supremo, que eso quiere decir “führer”. Como ejemplo, un dato: cuando esa biblia del espanto apareció, el primer tomo el 18 de julio de 1925, hace un siglo, y el segundo tomo en 1926, pasó casi inadvertida; años después, con Hitler en el poder, se imprimieron y vendieron millones de ejemplares y era un regalo del Estado, de aceptación obligada, a todas las parejas de recién casados y a los estudiantes cuando se graduaban.
El libro, los dos tomos originales se fundieron luego en uno, es una monstruosidad. Hoy está prohibido en muchos países del mundo; circula en Internet impune, en Argentina se lanzó una edición comentada en 2016 y en Alemania, en 2015, al cumplirse setenta años de la muerte de Hitler, esa biblia, “Mein Kampf – Mi Lucha”, pasó a ser de dominio público. En enero de ese año se editó una versión con comentarios del Instituto de Historia Contemporánea de Múnich: se agotó en pocas horas en el sitio alemán de Amazon.
La publicación del libro de Hitler en la Alemania que lo padeció, despertó un debate público y dividió a los grupos judíos que apoyaron o se opusieron a la reedición. Los propios investigadores alemanes del Instituto de Historia dijeron que limitarían el acceso público al texto, ante el temor de que su reaparición despertara sentimientos neonazis. El artículo 130 del Código Penal alemán prohíbe la incitación al odio, pero el odio, en sus distintas formas, ejerce una siniestra fascinación y debe dar buenos dividendos: la edición alemana de la obra de Hitler vendió en pocos meses ochenta y cinco mil ejemplares.
Fuente: INFOBAE